No importa los errores que cometas. Se suman a la nada. Lleva la cuenta de otras cosas, amado.
Entre los errores que debes dejar atrás está prestar atención a la falta de salud.
Haz que vuelva el rosa de tus mejillas al prestarle atención a toda la buena salud de la que gozas. Préstale atención a todos los momentos en que te sientes realmente bien. ¿Cuál tiene una vibración mayor, la salud o la enfermedad?
Cada vez que hablas sobre una enfermedad o de cuán mal te sientes, es como si tus palabras fueran gérmenes con los que siembras al mundo. Puedes estar hablando sobre la cerca trasera, o por teléfono o a ti mismo, no importa. Hablar de tu enfermedad refuerza la falta de salud que tu no deseas -no quieres faltas. Olvida los detalles de tu enfermedad o de cualquier otra enfermedad. Incluso en teoría, la enfermedad se vuelve real. La enfermedad se alimenta a si misma con tus palabras.
Y lo mismo sucede con los comerciales que te dicen que compres esto y aquello para las innumerables enfermedades que el comercial expone. Te están vendiendo sobre la enfermedad. Están agravando la enfermedad. Están haciendo que la enfermedad sea un hecho de la vida. Están poniendo tu atención en lo que tú no quieres. Están glorificando a la enfermedad, alentándote a salir y comprar una píldora para mitigar la enfermedad que crees que te ronda. La enfermedad se esparce en el pensamiento, amado. Los gérmenes son tus pensamientos también.
La enfermedad empieza en el pensamiento, las palabras y las emociones. No importa cuán inocente seas, la enfermedad crece desde la mente, el vocabulario y los sentimientos. La expresión "no me siento bien" cuenta la historia. Siéntete mejor ahora mismo.
Sabes cuán influenciado estás incluso por palabras que alguien dice ocasionalmente. Lo que tú dices también te influencia. Háblate a ti mismo en la manera en que quieras estar.
No construyas un escenario para la enfermedad. No necesitas enfermedad. No tienes que tenerla. No te pertenece. No tienes que ocupar ni tu mente ni la de los demás con ella.
Esto está dirigido a todos tus problemas. Para cualquier cosa que llames problema. Lo fortaleces al pensar al respecto, preocupándote por él, hablando de él. Te voy a dar una pegatina para el coche que diga: "Piensa en la salud."
Te voy a recordar el dicho: "Si no tienes nada bueno para decir, no digas nada." Esto se aplica a muchos niveles.
Olvídate de las advertencias y precauciones. Se vuelven amenazas. No adviertas a tus hijos de que si no usan un gorro se van a resfriar. ¿Dónde está eso escrito? No adviertas a tus hijos de los gérmenes y de los extraños porque cultivas eso que no quieres. Cultivas miedo, amado, y el miedo atrae a lo que es temido.
Cuando quieras que tu hijo se ponga un gorro dile: "Vamos a ponerte un gorro así estás calentito."
Cuando quieras que tu hijo esté protegido camino a casa, dile que venga directamente así le puedes dar un abrazo.
Haz que vivir en el mundo sea más fácil.
Traducido por: Cecilia Ricardini
Copyright © 1999-Ahora Heavenletters™ Heavenletters™ — Helping Human Beings Come Closer to God and Their Own Hearts Gloria Wendroff, Overseer
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