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NAMASTÉ!!!

"Te advierto, quien quieras que fueres, ¡Oh! Tú que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros ¡Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los Dioses." ORACULO DE DELFOS

domingo, 29 de julio de 2018

Medita al sonido de la creación (1/2)

MARAVILLOSA Semana!!!
Construye tu destino
Por Wayne W. Dyer

Séptimo principio
Medita al sonido de la creación (1/2)


Este séptimo principio de la manifestación cambiará tu condicionamiento más que ninguno de los otros ocho. No obstante, aunque contradice tus creencias acerca de cómo encajas en el universo, también expande tu capacidad para crear y atraer los objetos del deseo de tu corazón. Este principio supone una aplicación práctica de la manifestación, al tiempo que te invita a abrirte a una nueva idea y a una práctica muy diferente cada día.

Te puedo asegurar que hay mucho que aprender y ganar con esta práctica de la sana meditación. Yo mismo la he utilizado con resultados maravillosos. Otros que han practicado la meditación de una manera regular han experimentado cambios espectaculares en sus vidas y han podido manifestar lo que previamente creyeron imposible.

Al empezar a abrirte a esta práctica nutricia del alma, que canta los sonidos de la creación, dedica algún tiempo a volver a leer atentamente los otros ocho principios. Una vez que inicie la práctica de estas dos meditaciones diarias de la manifestación, necesitarás confiar en tu yo superior y meditar con un amor incondicional. Revisar los otros ocho principios te ayudará a encontrar la confianza y el amor que necesitas.

He estudiado atentamente una gran cantidad de literatura espiritual antes de escribir este séptimo principio. Utilizar los sonidos para cambiar las vibraciones de nuestra frecuencia es una práctica espiritual que ha permanecido en la sombra durante siglos. Muchos de los antiguos maestros ocultaban los secretos de la manifestación por temor a que fueran mal utilizados. En esta época de revolución espiritual, la receptividad individual y colectiva ha permitido la reaparición de estas prácticas espirituales y nos ha revelado su gran valor. Utilizar el sonido para nuestras meditaciones puede transformar espectacularmente nuestras vidas y permitir que seamos conscientes de nuestra capacidad colectiva de manifestar un mundo libre de las exigencias y la mezquindad del ego.

Me siento bendecido por tener un maestro espiritual, Shri Guruji, que ha puesto a mi disposición estas meditaciones para que las enseñe a otros que se muestren abiertos a estas ideas. He escrito sobre ellas a medida que las he ido conociendo, y presento este séptimo principio sabiendo que estarán en conflicto con las experiencias condicionadas vividas por muchos de mis lectores. No obstante, sé que son válidas y te animo a abrir tu mente a tu capacidad singular de manifestar lo que deseas en tu vida y, más particularmente, para conseguir que la espiral ascendente y evolutiva del planeta se libere de las garras del ego, que exalta la separación de la fuerza misma de la creación.

Este séptimo principio se refiere a la utilización del sonido como herramienta para abrirnos al potencial y al poder de nuestra fuerza creativa. Los sonidos tienen la capacidad de generar la habilidad para atraer aquello que deseamos. Las palabras clave para definir este principio las encontrarás en el título del siguiente apartado.


LOS SONIDOS TIENEN PODER

Los sonidos son una energía poderosa. Cada sonido es una vibración hecha de ondas oscilantes en una frecuencia concreta. La gama de frecuencias que puede captar el oído humano es aproximadamente de entre dieciséis mil y cuarenta mil vibraciones por segundo. En un nivel superior de la escala, con vibraciones cada vez más rápidas, está la electricidad, a aproximadamente cien millones de vibraciones por segundo. A dos mil millones de vibraciones por segundo encontramos el calor. La luz y el color se encuentran a quinientos mil millones de vibraciones por segundo, y un rayo X se manifiesta a dos billones de vibraciones por segundo. Existe la teoría de que los pensamientos y las desconocidas dimensiones etérea y espiritual se encuentran en el ámbito de las vibraciones muy intensas, más allá de todo lo que se pueda calcular en estos momentos. Las frecuencias vibratorias son, claramente, la naturaleza misma de nuestro universo material.

El sonido, tal como lo escuchamos, ocupa un lugar muy bajo de la escala, justo por encima de las formas o los sólidos en cuanto a su velocidad de frecuencia. El sonido es el intermediario entre la idea abstracta y la forma concreta del mundo material. Los sonidos moldean literalmente el mundo abstracto del pensamiento y del espíritu en formas. «Hágase la luz, y la luz se hizo», es la descripción bíblica de la creación. O, en otras palabras: «Que las vibraciones de luz emanen de mi orden».

En los antiguos ritos ceremoniales, las palabras, los sonidos y las formas se combinaban para alcanzar ciertos fines. La forma de cada una de las letras de una palabra indicaba un sonido. Y cada sonido se utilizaba con un propósito determinado.

Los sonidos influyen sobre nosotros de mil diferentes maneras. Un “eidófono” es un instrumento formado por la superficie tensada de un tambor, sobre la que se extiende una sustancia pastosa. Los sonidos y las palabras se pronuncian luego por debajo de la superficie, y producen diferentes figuras y formas en la pasta. Algunas de estas son réplicas de animales, flores y otras creaciones de la naturaleza. Al utilizarse arena, en lugar de pasta, la arena forma figuras y diseños geométricos que se corresponden con las letras del alfabeto. Si los sonidos son estridentes y desagradables, producen formas desagradables. Los experimentos de esta naturaleza ilustran el impacto que pueden tener los sonidos sobre nosotros.

Los sonidos discordantes y hostigantes de las máquinas, como los golpes sordos, los chirridos y sonidos ásperos que bombardean nuestra conciencia, hacen difícil que podamos sentirnos serenos y en paz. Los sonidos discordantes pueden provocar enfermedad interna. Pero el sonido tiene propiedades curativas cuando es armonioso y suave. La curación se produce con el acompañamiento de armonías suaves y de la música de la naturaleza entreverada en el silencio espiritualmente nutritivo.

Además de curar, el sonido se utiliza en el proceso de creación, que es lo que nos interesa para este séptimo principio de la manifestación espiritual. Al utilizar los sonidos de la naturaleza que están en mayor consonancia con el acto de la creación, empezamos a atraer la forma material que deseamos de esas frecuencias mucho más altas y que nuestros sentidos no pueden procesar.

Ten en cuenta que el sonido es la frecuencia vibratoria que hay entre el mundo de la materia sólida o de la forma, tal como la conocemos, y las frecuencias vibratorias superiores del mundo sin forma del espíritu universal. Aprender a utilizar el sonido es un modo de utilizar tu poder para manifestar el pensamiento en el mundo de la forma. Manifestar es saber cómo establecer contacto con esa frecuencia vibratoria espiritual, mientras vivimos dentro de un cuerpo, en un mundo materializado.

El sonido es la única frecuencia vibratoria que podemos utilizar y cambiar con nuestros sentidos. Todas las demás frecuencias se hallan más allá de nuestra capacidad de aprovechamiento y no podemos utilizarlas para cambiar nuestra frecuencia vibratoria. Presta atención a las palabras y sonidos porque pueden atraer influencias positivas o negativas a tu vida. Los sonidos armoniosos son los que más contribuyen a una vida equilibrada y creativa.

Pero antes de abordar el uso de los sonidos acerca de la meditación, es necesario que aprendas a prepararte para utilizar esos sonidos en tus meditaciones diarias. La manifestación no se hace con la mente. Debes acceder a un método que te lleve más allá de la mente, a un estado de conciencia que trascienda tus pensamientos. Este estado superior de la conciencia, situado más allá de la mente, se llama siddhi.


COMPRENDER LA CONCIENCIA SIDDHI

La conciencia siddhi es un estado perfecto de conciencia en el que hay una completa ausencia de duda y no se produce ninguna dilación entre el origen de un pensamiento y su materialización en el mundo de la forma. Es un estado ilimitado del ser en el que la creación ocurre instantáneamente, sin que haya un lapso temporal entre el pensamiento y la forma. Al contemplar este estado de gracia, nuestras mentes empiezan a cuestionar inmediatamente esta idea y nos proporcionan las numerosas razones que hacen que sea imposible.

La conciencia siddhi, sin embargo, no tiene absolutamente nada que ver con la mente. Procura tenerlo bien claro. La conciencia siddhi está más allá de la mente. Este estado de gracia no tiene nada que ver con la mente, cuya naturaleza es un constante monólogo interior. La mente está obsesionada por un ilimitado número de deseos que nunca pueden quedar adecuadamente satisfechos. Puedes proporcionar grandes placeres a tu cuerpo con alcohol y sexo, darle fantásticos automóviles y deliciosas comidas de gourmet, masajearlo y proporcionarle toda clase de otras delicias imaginables. A la mañana siguiente, una vez que se haya recuperado, tu mente tendrá preparada una nueva lista de exigencias impresas en tu frente, pidiendo más y más cosas de las que nunca tiene bastante. Esta es la naturaleza de la mente, que está gobernada por el ego.

Tu mente, pues, sólo es una barrera para experimentar la conciencia siddhi, en la que estás en un estado de bendición y completa aceptación y en la que tus deseos y tu experiencia de la vida son una misma cosa. Tu mente impide que veas este estado superior de tu conciencia. En lo más profundo de ti mismo está la conciencia de que existe un estado de perfección, en el que tu capacidad para atraer lo que deseas es más inmediata y menos aleatoria que cuando es la mente la que está a cargo de la situación. Con la conciencia siddhi estás en paz y tu sabiduría interior empieza a sustituir a tus pensamientos.

Utilizar el sonido al nivel de la conciencia siddhi es como emplear un lenguaje diferente. Tu yo superior tiene su propio lenguaje. Cuando nuestro cuerpo está en la más completa quietud y totalmente en el presente, el pensamiento desaparece. Entonces puedes iniciar el exquisito proceso de meditar con el sonido. Es esta magia de la meditación con el sonido la que voy a explicar en el séptimo principio. Es una técnica que te llevará más allá de las limitaciones del ego y de la mente, hasta un lugar dentro de ti mismo desde el que podrás cambiar tu frecuencia vibratoria a través del uso de los sonidos de la creación.

El acto de la creación es en sí mismo un sonido. Cuando lo comprendas y lo utilices, el sonido intensificará tu percepción de la conciencia siddhi que hay dentro de ti.

LA MAGIA DE LOS SONIDOS DE LA CREACIÓN

Al empezar a incorporar en tu conciencia estas ideas sobre el poder del sonido, que va más allá de la oscuridad de tu mente y conecta con la luz de tu yo superior, piensa en las siguientes palabras con las que se inicia el evangelio de Juan, en el Nuevo Testamento: «En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios».

La palabra «Dios» tiene el mismo sonido que se encuentra prácticamente en todos los nombres del creador original. En la historia de la humanidad, incluidas las culturas primitivas, las religiones orientales y occidentales y otras tradiciones, se describe siempre a un creador de la palabra y de la humanidad. He aquí una lista de nombres utilizados para designar al creador. ¿Puedes identificar el sonido que coincide en todos estos nombres?

Ra
Tat
Krishna
Sugmad
Rama
Gaiana
Buda
Mahanta
Waaken Tonka
Mahavira
Adonai
Anu
Brahma
Khoda
Siddha
Akua
Ahura Mazda
Atva
Shiva
Nanak
Jehová
Osenbula
Maheo
Yahvé
Kami Sama
Dios
Nagual
Ato
Kali
Durga
Alá

El sonido que aparece claramente en todos estos nombres utilizados para designar al creador es el de aaah. Este es el sonido de la creación y también el de la alegría. Aaah expresa un sentimiento de bienaventuranza y alegría. Los sonidos de la creación y de la alegría son sinónimos.

No es ninguna casualidad que el nombre para designar al creador en todas las lenguas contenga el sonido aaah, ya que es el único que los seres humanos producimos sin el menor esfuerzo simplemente al espirar y sin necesidad de mover los labios, la lengua, la mandíbula o los dientes, dejando que el sonido aaah fluya hacia el exterior. Si movieras cualquiera de esas partes de tu cuerpo, el sonido cambiaría. Aaah es el sonido de la perfección, no hay esfuerzo, como en la creación misma, perfecta y sin esfuerzo.

Este sonido de aaah, el sonido de la creación, es el que deberás utilizar al practicar el lenguaje de la conciencia siddhi. El sonido te lleva más allá del incesante diálogo que tienes contigo mismo en tu mente. Al repetir el sonido de aaah durante tu práctica meditativa de la manifestación, estás repitiendo literalmente el nombre de Dios.

En Reflejo del sí mismo, Swami Muktananda ofrece estas palabras a los devotos que desean conocer más sobre el estado de la conciencia siddhi.


Con ojos relucientes de amor, cantad tu nombre.
Y todos los misterios interiores serán desvelados.
Toda ave y toda planta
se os revelarán como Brahman.
El conocimiento del Vedanta se manifestará en todas partes.
Oh, queridos, seguid cantando el nombre de Dios
mientras estáis sentados, o de pie
o implicados en el mundo.
No lo olvidéis nunca.
Unid vuestra mente con el yo mismo.

Explicó que estos nombres de Dios tienen combinaciones específicas de sílabas inherentemente poderosas que poseen la capacidad de despertar la experiencia de Dios dentro de nosotros. Durante la meditación, los antiguos sabios vocalizaban los sonidos vibrantes en los diferentes chakras del cuerpo. Pronunciar estos sonidos nos familiariza, quizá por primera vez, con la sutil fuerza de Dios que hay dentro de nosotros mismos.

Hace más de dos mil años, Patanjali estableció sus famosos yoga sutras, diseñados para guiar a quienes buscaban el estadio superior de la conciencia, conocido como conciencia siddhi. Muchos millones de personas que han estudiado sus yoga sutras consideran a Patanjali como el mayor científico del mundo interior que haya vivido jamás.

Patanjali ofreció el siguiente consejo a los estudiantes que buscaban el poder del estado superior de la conciencia: «Repetid y meditad sobre Aum». Aum es un símbolo para el sonido universal de la creación. Patanjali explicó que, cuando se abandona el cuerpo, la mente desaparece y lo que se escucha entonces es el sonido de aum. Repetir este sonido provoca la desaparición de los obstáculos y un despertar a una nueva conciencia superior que es la energía creativa. Cuando practicamos, nos convertimos realmente en el mismo sonido universal. Es el yoga (la conjunción) del observador y el observado.

Cantar continuamente el nombre de Dios es el consejo que dan los maestros de la autoconciencia a quienes buscan participar en el acto de la creación y la manifestación. El sonido de aaah es el sonido de Dios. Repítelo varias veces y experimentarás inmediatamente una sensación de alegría y plenitud. Convierte la repetición del nombre de Dios en una práctica meditativa diaria y te transformarás literalmente a ti mismo en este sonido universal de la creación. Llegarás a formar una unidad con el sonido que media entre el mundo de la forma y las más altas frecuencias del mundo espiritual.

La meditación del sonido aaah será más completa si desarrollas una imagen mental de tus capacidades creativas para manifestarte. Una forma de lograrlo consiste en verte a ti mismo como un generador que proyectara energía vibratoria con el sonido aaah de Dios. Imagina que el sonido emana a través de las aberturas chakra de tu cuerpo, conectándolo con lo que quieres atraer o crear en tu mundo de la forma.



miércoles, 25 de julio de 2018

Plenilunio de Leo

www.facebook.com/events/260160791238170/

Meditación Global-Celebración Mundial Plenilunio de Leo – Festival del Iniciado. El tiempo de la luna llena propicia un alineamiento superior, si estamos suficientemente preparados. El alineamiento del sol, la luna y la tierra en el cielo ayuda a experimentar la magia de la luz del alma y su manifestación hasta el plano físico. La nota clave para el discípulo en este plenilunio es: “Yo soy Ése y Ése soy Yo”.


El Plenilunio de Leo es el Nuevo Festival de Wesak, aquí debemos contemplar en la Jerarquía a través de Krishna, Sanat Kumara y Maitreya el Señor. En el futuro la Luna Llena de Leo será prominente de manera significativa en las iniciaciones avanzadas del Planeta mismo y de las iniciaciones que se lleven a cabo en él. La Luna Llena de Leo hace posible el contacto con las energías de Sirio. El Festival de la Luna Llena de Leo será el Festival de los Discípulos en los años venideros.
Finalmente, durante este día, tanto el sol como la luna están llenos. El sol representa el aspecto masculino de nuestro universo. La luna representa el aspecto femenino de nuestro universo. Cuando la luna se refleja en la luz del sol, recibimos este poder para devolver la Luz, la fuerza para dar, cuidar de otros, y amar incondicionalmente. Es por eso que es el día más feliz en el año, y esta extraña oportunidad cósmica nos permite encontrar a nuestra alma gemela. De la misma manera en la que el sol y la luna están en armonía durante este día, así también podemos atraer esta asociación a nuestra vida.
Aprovechando esta gran oportunidad que nos brinda el Cosmos, te invitamos a participar presencialmente o a distancia. Realizaremos una meditación guiada, abriendo los cálices de nuestros corazones con espíritu de invocación, para que las energías que ingresan dentro de nuestro ser produzcan nuestro crecimiento interior y podamos expandirla al mundo como servicio.
La luna llena es un período especial en el que las energías espirituales están especialmente disponibles
y facilitan una relación más estrecha entre la humanidad y la Jerarquía espiritual.
La Luna Llena
imagen de la luna en el valle recuerda a wesakEn el momento de cada luna llena, se establece un Puente de contacto y comunicación entre la humanidad y los centros superiores. Esta línea de comunicación se extiende incluso desde los centros planetarios hasta el Señor Solar, construyendo así, un canal único entre la humanidad y el Origen de la vida. Esta oportunidad para el contacto es un momento de regeneración, un momento en que se puede tomar contacto con la visión nueva y mayor, cargar todo el ser y dar directamente pasos por el sendero de la evolución y el servicio.
Cada día revela una nueva combinación de energías. Pero para un observador superficial, un día parece igual a otro; no ve la diferencia entre una Luna nueva y una Luna llena, o entre una Luna llena y la siguiente. Si queremos entender las cambiantes cualidades del Tiempo necesitamos comprender sus principios y sus interrelaciones, representados por los signos solares, las constelaciones, como así también por los planetas. Para tratar de percibir las prevalecientes cualidades del tiempo, para alinearnos y actuar en concordancia, debemos lograr un conocimiento cada vez más detallado de los procesos sutiles y de los ritmos. “Debe hacerse algo más que escuchar cortésmente estas verdades; deben aplicarse como realidades”.
En cada Luna Llena se intensifica la capacidad de las Presencias YO SOY de cada uno y de la Humanidad para servir como la Puerta Abierta para el Concepto Inmaculado de las Plantillas para la Nueva Tierra que están siendo ancladas en nombre de TODA Vida en evolución sobre esta dulce Tierra. Influjo de Rayos Gamma desde el Núcleo Galáctico del Universo bañan la Tierra con las frecuencias de la Luz Cristalina Solar de 5ta dimensión… mucho más allá de lo que la Humanidad o la Tierra hayan experimentado antes. Este Tiempo Divino eleva la conciencia de las masas de la Humanidad y re-calibra nuestro ADN en formas que van realmente más allá de la comprensión de nuestras mentes finitas.

El Plenilunio de Leo
Leo es el quinto signo del zodíaco. Leo es el signo real del zodíaco, el segundo signo fijo, y el segundo signo de fuego. Los signos fijos representan la firmeza y la estabilidad del hombre que avanza por el camino espiritual con determinación, mientras que el fuego representa expansión y el poder que ilumina.
leon-arcturusLeo lucha por la ley y la justicia, por la protección de sus compañeros. Es recto y tiene grandes conceptos de sí mismo y grandes exigencias para los demás. Tiene un gran concepto de sí mismo y de sus propias capacidades. Sus debilidades residen en que intenta ganarse el corazón de otros y en gustar enormemente de las alabanzas. Como resultado de lo anterior, pierde su sentido de la proporción. Es víctima de la adulación, tal como escribe Shakespeare acerca de Julio Cesar, nacido bajo Leo.
Leo superior dice: “Yo me gobierno a mí mismo. Yo permito a otros gobernarse a sí mismos”. El reconocimiento del libre albedrío es profundamente respetado en los círculos espirituales superiores, y se apoya en la comprensión de que, básicamente, los demás son iguales a uno mismo. En Leo el discípulo dice: “Yo soy Ése y Ése soy Yo”, es la Palabra de quien está adquiriendo rápidamente la consciencia superior y preparándose para una recientemente obtenida expresión universal en Acuario (su signo opuesto).
El signo de Leo representa el nacimiento de la conciencia de alma, por medio de lo cual el hijo del hombre se convierte en un Hijo de Dios, entrando así en un ciclo nuevo. Y la Luna Llena de Leo se considera en los círculos jerárquicos como el festival de la Nueva Era. En consecuencia, se comienza un ciclo anual con Leo. “Conocemos oh Señor de luz y amor, la necesidad. Conmueve nuevamente nuestros corazones con amor para que nosotros también podamos amar y dar”.
La Luna Llena de Leo representa la fuerza del corazón y se relaciona con la jerarquía espiritual, el centro del corazón planetario. Se la considera como el festival de los iniciados y el futuro festival de aquellos que se dedican al trabajo espiritual de recibir las energías de Amor-Sabiduría de fuentes sutiles. Poco a poco tomará el lugar del festival de Wesak en la luna llena de Tauro. La sabiduría esotérica enseña que las energías de amor y de síntesis bajan vía Sirio, la estrella más brillante del cielo. Sirio recibe el nombre de la Estrella Perro. El perro tiene buenos oídos y percibe sonidos que son inaudibles para el oído del hombre común.
La Luna Llena en Leo significa que el Sol está en el centro del corazón y la Luna en el signo opuesto, Acuario, cuya correspondencia superior está en la parte superior de la frente. Con esto visualizamos que la luz de la Luna irradia desde este centro al nivel de la línea de inicio del cabello hacia dentro de nuestros seres, y que la luz del sol se eleva desde el centro del corazón, y entonces las dos luces se encuentran y nos llenan con la Luz Única.

La luna llena es un período especial en el que las energías espirituales están especialmente disponibles y facilitan una relación más estrecha entre la humanidad y la Jerarquía.

Los Hijos de los Hombres son Uno y Yo soy uno con Ellos.
Trato de amar y no odiar;
Trato de servir y no exigir servicio;
Trato de curar y no de herir.
Que el dolor traiga la debida recompensa de luz y amor.
Que el alma controle la forma externa,
 la vida y todos los acontecimientos,
Y traiga a la luz el amor que subyace en todo cuanto ocurre en esta época.
Que venga la visión y la percepción interna.
Que el porvenir quede revelado.
Que la unión interna sea demostrada.
Que cesen las divisiones externas.
Que prevalezca el amor.
Que todos los hombres amen.

Mantram
Que el Poder de la Vida Una
afluya a través del grupo de todos los verdaderos servidores.
Que el Amor del Alma Una
caracterice la vida de todos los que tratan de ayudar a los Grandes Seres.
Que cumpla mi parte en el Trabajo Uno
mediante el olvido de mí mismo, la inofensividad y la correcta palabra.
Trabajo Grupal
Las meditaciones de grupo tienen mucha importancia desde el ángulo esotérico, pues constituyen invocaciones para atraer energías procedentes de la Gran Fraternidad Blanca del planeta y, al propio tiempo, convertirnos en canales distribuidores de la energía de las constelaciones. Cada alineación, el Centro Escuela CLARIDAD comparte una meditación especial, para todos aquellos que deseen unirse en corazón y espíritu para expandir y traer luz positiva entre todos los seres humanos, en unidad con todos los reinos del universo y todos los elementos y todas las fuerzas. La duración del encuentro es de una hora.

lunes, 23 de julio de 2018

LAS SIETE REGLAS DE PARACELSO

1.- Lo primero es mejorar la salud.

Para ello hay que respirar con la mayor frecuencia posible, honda y rítmica, llenando bien los pulmones, al aire libre o asomado a una ventana, beber diariamente en pequeños sorbos, dos litros de agua, comer muchas frutas, masticar los alimentos del modo más perfecto posible, evitar el alcohol, el tabaco y las medicinas, a menos que estuvieras por alguna cusa grave sometido a un tratamiento, bañarte diariamente, es un hábito que debes a tu propia dignidad.

2.- Desterrar absolutamente de tu ánimo, por más motivos que existan, toda idea de pesimismo, rencor, odio, tedio, tristeza, venganza y pobreza.

Huir como de la peste de toda ocasión de tratar a personas maldicientes, viciosas, ruines, murmuradoras, indolentes, chismosas, vanidosas o vulgares e inferiores por natural bajeza de entendimiento o por tópicos sensualistas que forman la base de sus discursos u ocupaciones,  La observancia de esta regla es de importancia decisiva;  se trata de cambiar la espiritual contextura de tu alma.  Es el único medio de cambiar tu destino, pues este depende de nuestros actos  y pensamientos, el azar no existe.

3.- Haz todo el bien posible.

Auxilia a todo desgraciado siempre que puedas, pero jamás tengas debilidades por ninguna persona.  Debes cuidar tus propias energías y huir de todo sentimentalismo.

4.- Hay que olvidad toda ofensa, más aun: esfuérzate por pensar bien del mayor enemigo.

Tu alma es un templo que no debe ser jamás profanado por el odio, todos los grandes seres se han dejado guiar por esa suave voz interior, pero no te hablará así de pronto, tienes que prepararte por un tiempo; destruir las superpuestas capas de viejos hábitos, pensamientos y errores que pesan sobre tu espíritu, que es divino y perfecto en sí, pero impotente por lo imperfecto del vehículo que le ofreces hoy para manifestarse, la carne flaca.

5.- Debes recogerte todos los días en donde nadie pueda turbarte, siquiera por media hora, sentarte lo más cómodamente posible con los ojos medio entornados y no pensar en nada.

Esto fortifica enérgicamente el cerebro y el espíritu y te pondrá en contacto con las buenas influencias, en este estado de recogimiento y silencio, suelen ocurrisernos a veces luminosas ideas, susceptibles de cambiar toda una existencia, con el tiempo todos los problemas que se presentan serán resueltos victoriosamente por una voz interior que te fuiará en tales instantes de silencio, a solas con tu conciencia, ese es el daimon de que habla Sócrates.

6.- Debes guardar absoluto silencio de todos tus asuntos personales.

Abstenerse, como si hubieras hecho juramento solemne, de referir a los demás, aún de tus más íntimos todo cuanto pienses, oigas, sepas, aprendas, sospeches o descubras, por un largo tiempo al menos debes ser como casa tapiada o jardín sellado, es regla de suma importancia.

7.- Jamás temas a los hombres ni te inspire sobresalto el día de mañana.

Ten tu alma fuerte y limpia y todo te saldrá bien, jamás te creas solo ni débil, porque hay detrás de ti ejércitos poderosos, que no concibes ni en sueños, si elevas tu espíritu no habrá mal que pueda tocarte, el único enemigo a quien debes temer es a ti mismo.  El miedo y desconfianza en el futuro son madres funestas de todos los fracasos, atraen las malas influencias y con ellas el desastre, si estudias atentamente a las personas de buena suerte, veras que intuitivamente, observan gran parte de las reglas que anteceden, muchas de las que allegan gran riqueza, muy cierto es que no son del todo buenas personas, en el sentido recto, pero poseen muchas virtudes que arriba se mencionan.  Por otra parte, la riqueza no es sinónimo de dicha; puede ser uno de los factores que a ella conduce, por el poder que nos da para ejercer grandes y nobles obras;  pero la dicha más duradera solo se consigue por otros caminos; allí donde nunca impera el antiguo Satán de la leyenda, cuyo verdadero nombre es el egoísmo, jamás te quejes de nada, domina tus sentidos; huye tanto de la humildad como de la vanidad, la humildad te sustraerá fuerzas y la vanidad es tan nociva, que es como si dijéramos: pecado mortal contra el espíritu santo.

Paracelso es el médico, alquimista y astrólogo más célebre de todos los tiempos, relacionado con la alquimia, con el saber hermético, con la creación del homúnculo, con la búsqueda de la Piedra Filosofal y un etcétera muy amplio que muy pronto le hizo ganar fama y envidias entre sus colegas.
Nació en Suiza en 1493, su verdadero nombre fue Theophrastus Bombast von Hohenheim; sin embargo, se llamó a sí mismo Paracelso que en latín significa “superior a Celso” haciendo referencia a un médico romano del siglo I de nuestra era. Creía en el concepto griego de los 4 elementos (agua, tierra, aire y fuego) y como tal, entre sus excentricidades encontramos que creía en la existencia de seres fantásticos y a cada uno de ellos correspondía un elemento: a los gnomos correspondía la tierra; a las nereidas el agua; a los silfos el aire y a las salamandras el fuego. También creía que el cosmos giraba en torno a tres sustancias espirituales: el mercurio, el sulfuro y la sal que de alguna manera definían la identidad humana: el sulfuro representaba al alma, la sal al cuerpo y el mercurio el espíritu.
En el campo de la alquimia, se decía que Paracelso fue el primero que logró transmutar el plomo en oro a través de métodos alquímicos. También pronto se hizo famoso al afirmar que había logrado crear un homúnculo, es decir un “hombrecillo” creado artificialmente por medio de la alquimia, mientras intentaba encontrar la piedra filosofal. Era además a fin a la filosofía hermética y todos sus estudios estaban relacionados con el saber hermético.
Como médico hizo grandes contribuciones a la disciplina siendo el primero en utilizar químicos y minerales, por ejemplo, a Paracelso debemos el Láudano que era utilizado en aquel entonces para reducir los dolores; además combinaba todos estos conocimientos con su visión hermética del mundo: mencionaba que el bienestar emocional redundaba en el bienestar físico, esta idea no es desconocida en el siglo XXI pero en pleno siglo XVI resultaba una completa locura hablar en estos términos, así que podemos afirmar que Paracelso fue todo un visionario que se adelantó por mucho a su tiempo.
Muchos misterios rodean su nombre, se dice que el fue el verdadero fundador de la Orden de los Rosacruces y que Cristian Rosacruz no era más que un pseudónimo para ocultar la verdadera identidad de Paracelso al frente de dicha sociedad.
https://lascosasquenuncaexistieron.com


domingo, 22 de julio de 2018

Conéctate a la fuente divina con un amor incondicional (2/2)

MARAVILLOSA Semana!!!
Construye tu destino
Por Wayne W. Dyer

Sexto principio
Conéctate a la fuente divina con un amor incondicional (2/2)


EL AMOR INCONDICIONAL COMO PODER

De aquellos que parecen poseer el don de atraer a sus vidas toda clase de cosas buenas, se dice que tienen un poder un tanto misterioso. La habilidad para alcanzar un estado superior del ser, donde no parece existir casi ninguna dilación entre la creación de una forma de pensamiento y la «materialización» de esta, puede verse en términos de amor incondicional y de una ausencia de exigencia o juicio sobre el mundo.

Sé que ese es un poder que está al alcance de todos nosotros cuando empezamos a adoptar los principios básicos de la manifestación espiritual. Lo que sucede es que normalmente no reconocemos la magnitud de ese poder que tenemos en virtud de nuestra capacidad para crear pensamientos y atraer, a partir de ellos, la abundancia del universo. Al pensar racionalmente en él, pensamos inmediatamente en el conflicto entre tener libre albedrío y tener un destino, un conflicto que, a menudo, soslaya la necesidad de pensar y vivir en base al amor incondicional. Nuestro cerebro izquierdo racional nos dice: «Si ya está determinado, no tengo libre albedrío y, por tanto, cualquier cosa que piense ha sido predeterminada, de modo que estoy condenado».

Echemos un rápido vistazo a la cuestión del destino, puesto que se halla incluida en el título del libro, y situémosla en un contexto diferente. El destino no está predeterminado. Tu destino lo determinas tú enteramente. Cada momento de tu ahora existencial es el resultado de tu pensamiento previo. La idea de que todo ha sido ya dispuesto con antelación es una alucinación. Cada uno puede hacer y manifestar su propio destino.

Tu libre albedrío es el don del amor incondicional. Creas tu propio destino con ese libre albedrío, y cuando te aventuras fuera del camino del amor incondicional, vives simplemente en una ilusión. La idea de que estás separado de la voluntad de Dios te sitúa en una postura servil, de tal modo que Dios se convierte en algo contra lo que tienes que luchar o que debes temer. Evidentemente, si eso fuera cierto, Dios no podría ser al mismo tiempo todo amor.

Una vez que ha arraigado esa ilusión, te conviertes en una víctima de la vida, en lugar de participar activamente en su creación. Pierdes entonces tu capacidad para extender el amor incondicional que es la esencia de tu ser y, en lugar de eso, proyectas tu ego condicionado. En otras palabras, abandonas tu capacidad para estar en unión con la fuerza de Dios que te ha creado, y también pierdes el poder para manifestar o cocrear la vida que deseas. La vida está en conflicto con tu poder superior.

Empiezas a temer este poder superior y a actuar de forma servil. Te desencanta tu incapacidad para atraer cosas positivas y te sientes débil e impotente. Has perdido la alegría y el éxtasis que acompañan a una vida de amor incondicional.


CONOCER LA ALEGRÍA DEL AMOR INCONDICIONAL

Lo más importante es que al cultivar el amor incondicional te liberarás del odio y la violencia. Y sin esos pensamientos te será fácil descubrir en ti la presencia de la alegría y de la paz. Esta es una reacción automática al amor incondicional, porque estás en armonía con la fuente creativa.

Uno de los conceptos que seguramente tendrás que rectificar en tu camino hacia el amor incondicional es la equivocada creencia de que la alegría corresponde al ego, y el sufrimiento al espíritu. La verdad se encuentra precisamente en invertir esta suposición y alcanzar la fuente de la alegría espiritual. Dicho de una forma sencilla: desde el punto de vista del ego, experimentar alegría supone siempre conseguir lo que deseamos, mientras que la espiritualidad se asocia con la meditación, la generosidad y los buenos sentimientos por los demás. El camino que debes seguir para encontrar la verdadera alegría y bendición en tu vida consiste en afirmar el espíritu y en subordinar el ego.

Decirse a uno mismo que el ego es una ilusión proporciona una poderosa herramienta para la manifestación. El ego te identifica como un cuerpo fundamentalmente físico, separado de Dios, necesitado de constantes caricias que alimenten su egoísmo. Al decir simplemente que eso es una ilusión y que no existe en realidad, esas ideas se ven sustituidas por el amor incondicional; la alegría que experimentas entonces supone la negación de lo falso y la afirmación de la verdad de tu ser.

Eres absolutamente libre cuando no te consume tu engreimiento. Eres libre cuando ya no necesitas que todo aquel con el que te encuentres te halague, te mime y te dé su aprobación. Eres libre cuando ya no te sientes ofendido por las acciones de los demás. La libertad te permite extender tu mundo interior hacia el mundo exterior, y eso es amor.

Se experimenta una gran felicidad al sentirse libre. Piensa en aquellos momentos de tu vida en que te hayas sentido más libre, en aquellas ocasiones en que no te hayas sentido presionado, en que hayas podido caminar tranquilamente por la naturaleza, o en las que nadie te haya acosado con determinados plazos, ocasiones en las que te hayas encontrado solo y en comunión con Dios. Si has establecido la conexión con tu vida interior, esos serán sin duda los momentos más gozosos. Cuando uno experimenta esta especie de gozosa libertad, se siente inspirado y, naturalmente, eso significa que está «en espíritu».

En mi vida, los momentos de mayor creatividad se producen cuando me permito ser libre. Esta libertad produce una gran alegría dentro de mí, que se manifiesta en forma de nuevas ideas para expandir mi trabajo y ser más resuelto, para ser mejor escritor, profesor, padre y esposo, para compartir este amor que siento con todos aquellos que se molesten en conocerlo.

La alegría, la libertad y el amor incondicional son inseparables; fluyen cada uno a partir de la experiencia del otro. Sentir gozo supone no aferrarse a nada y no tener restricciones. Ese es también el sentimiento que produce la libertad, y es el resultado de abrazar el amor incondicional de la energía divina que está en el centro de tu ser.

La auténtica alegría no es, simplemente, el placer del momento. Esos placeres del ego son fugaces y transitorios. Siempre se necesita más para satisfacerlos, como en el caso de la droga, y esa satisfacción es en buena medida una ilusión. No pretendo decir con eso que todos los placeres del cuerpo sean perniciosos, sino simplemente temporales.

Esto no quiere decir que no podamos disfrutar de un masaje, de una deliciosa comida, de un acto de amor físico y de todos los placeres del cuerpo. Pero deberíamos saber que la verdadera alegría no está en el placer físico. Está en la mente, que procesa continuamente la información que recibe y te permite experimentar el placer; el cuerpo es simplemente neutral, como lo son todas las cosas. Es la mente la que lo hace real, y no a la inversa.

El cuerpo no nos hace ser más reales, del mismo modo que no puede curar la mente. El cuerpo, en y por sí mismo, no nos proporciona felicidad. Es en la mente donde se origina la curación del cuerpo, y es también en la mente donde se origina la felicidad. Tu propósito consiste en alinear tu mente con el amor incondicional que es la fuente divina de todas las cosas materiales, incluido tu propio cuerpo. Junto con ese amor, aparecerán en tu vida la felicidad y el poder.

Cuando una gota de agua se separa del océano se convierte en una pequeña partícula impotente, débil e incapaz de mantenerse por sí misma. Pero cuando se alinea con la fuente de la que se origina, el propio océano, es mucho más poderosa de lo que jamás podría ser una gota individual. Lo mismo sucede contigo. Por ti mismo, separado de tu fuente divina, eres un ego encerrado en una piel, que vive la ilusión de ser importante y poderoso. Pero realineado, puedes conocer la alegría que procede de esta asociación. Y aquello con lo que te alineas es amor puro e incondicional, y la aceptación de todo lo que es. Abandona tu temor.


EL AMOR INCONDICIONAL COMO UNA AUSENCIA DE TEMOR

Todos los temores proceden de la idea de que estamos solos y nos hallamos separados de la única fuente divina, a la que damos muchos nombres, incluido el de Dios o Espíritu Santo. Al adoptar una postura de amor incondicional, abandonas automáticamente todo temor. En ausencia de temor y en presencia del amor incondicional, encontrarás la solución al misterio de la manifestación. Una vez que sabes verdaderamente que no estás separado o solo, el temor se ve sustituido por el amor incondicional y obtienes así acceso al Espíritu Santo.

Los temores se originan en el ego, que envía mensajes constantes diciéndote que eres un ser incompleto y que necesitas más, que tienes que ganar para ser mejor en comparación con los demás. Con tu presión incesante, el ego te mantiene en un estado constante de turbación y angustia. Aquí es donde nacen y se alimentan todos los temores, dentro de ti mismo.

Para aceptar el amor incondicional como una premisa para tu vida, tendrás que convencer a tu ego que no hay necesidad de demostrar nada, y que lo único que deseas y esperas ya está ahí. El ego, además, necesita que se le enseñe que estás conectado con una fuente creativa que es mucho más poderosa que él mismo.

Puedes liberarte entonces de su continua necesidad de destacar, vayas adonde vayas, y puedes enviar hacia el exterior la energía del amor incondicional con tus pensamientos, confiando en que todo está en orden. No hay demandas, ni presiones, sino sólo un sencillo conocimiento, acompañado por una actitud incondicionalmente amorosa. Con esta clase de declaración, el temor queda eliminado de tu vida y se ve sustituido por el amor. Recuerda la cita bíblica: «El amor perfecto repudia todo temor».

El temor y el amor son incapaces de residir simultáneamente dentro de una misma persona. Si tienes miedo, has arrojado el amor lejos de ti. Si experimentas un amor perfecto, algo que está al alcance de tu libre albedrío, has arrojado fuera de ti todo temor.

El principio de amor incondicional es un requisito previo para la manifestación de tu propio destino, y es algo muy difícil de poner en práctica de modo permanente. Sin embargo, puedes iniciar este proceso trabajando en él paso a paso, empezando ahora mismo. A continuación se indican algunas sugerencias para vivir e irradiar amor incondicional.


ALGUNAS FORMAS DE PONER EN PRÁCTICA EL AMOR INCONDICIONAL

Ten muy en cuenta, sobre todo, que el amor transforma. Cada acto de amor libera energía bloqueada en tu cuerpo. El amor incondicional cura el cuerpo y la mente. Recuérdate esta verdad hasta que se convierta en tu propia realidad. El amor es una frecuencia con la que puedes sintonizarte, del mismo modo que sintonizas una frecuencia en la radio.

El polo opuesto del amor es el temor. El temor es una corriente de energía que recorre literalmente tu cuerpo y que se produce cuando te sientes desgajado de la fuente de amor incondicional. Cada vez que experimentes temor, pregúntate: «¿Qué está ocurriendo para que haya sustituido en este momento el amor por el temor?». Esta especie de monólogo contigo mismo te permitirá ser consciente de que vuelves a sentir miedo porque has perdido tu alineación con el amor.

En esos momentos de clarividencia, has de expulsar de tu cuerpo la energía del temor, abrazando el amor incondicional. Cuando sientes miedo, no te quepa la menor duda, la angustia por fracasar, por no recibir aprobación, por tu aspecto, tus titulaciones, o lo que sea, se deben a la ausencia de amor incondicional. Cuando experimentes temor, busca su fuente y verás cómo se disipa casi instantáneamente.

Recuerda que el amor se manifiesta en tus pensamientos yen tus actos de unicidad. Cuanto más unido te sientas a la fuente divina, tanto más actuarás de formas amorosas con respecto a los demás.

Adquiere el hábito íntimo y regular de meditar. Cada vez que inspires, siente cómo absorbes amor incondicional. Cada vez que espires, expulsa los pensamientos de temor. Este ejercicio individual puede ser la tabla de salvación te conduzca al amor incondicional y al mundo de la manifestación.

Cuando salgas a dar un paseo, utiliza tu respiración para absorber la esencia del amor y sentirla fluir por todo tu cuerpo. Utiliza la respiración como un medio de inhalar amor de la fuente divina, y de exhalar temor al expulsar el aire. Te sentirás relajado y experimentarás más alegría y libertad.

Elige un día para practicar este ejercicio con alguna otra persona. Poneros el objetivo de pensar, actuar e irradiar nada más que amor incondicional durante veinticuatro horas, incluidos los sueños. Para vosotros, cada momento de ese día sólo estará infundido de amor.

Esto significa que en cuanto aparezca un pensamiento moralizante o alguna clase de juicio, lo expulsarás inmediatamente de tu interior y lo sustituirás por otro de amor incondicional. Si esto funciona, intenta ver si puedes alargarlo uno o dos días más. Cuanto más dure el ejercicio, tanto más espectaculares serán los cambios.

Empezarás a observar entonces que surgen acontecimientos sincrónicos, y tendrás la sensación de que Dios se ocupa especialmente de ti. Observarás un aumento de energía, un cambio interesante en tus sueños, que se hacen más intensos y espirituales; te verás a ti mismo atrayendo cosas que antes parecían fuera de tu alcance; experimentarás con toda seguridad una mayor alegría, bienaventuranza y también una mayor riqueza en tu relación con los demás.

Toma la decisión de presentarle a Dios tus mayores desafíos en el ámbito del amor incondicional. Dirígelos simplemente hacia Dios, acompañándolos con una petición como: «No he podido aportar amor en mi vida en estos ámbitos, y solicito la guía divina para lograrlo. Sigo albergando rencor y odio hacia estas personas, y os pido que me mostréis el camino hacia el amor incondicional».

Al reconocer que te sientes impotente, admites que tus condicionamientos y las experiencias de tu vida no te han proporcionado las herramientas para irradiar amor en esos ámbitos. Pero también reconoces que existe una energía superior, y le pides a esa fuerza superior que te guíe. Al hacer esto, demuestras que confías en la fuerza de Dios, y admites que no puedes superar tu ego.

En los momentos de oración no tengas miedo de solicitar ayuda. Si quieres eliminar el temor y el odio y vivir con un espíritu de paz, se te proporcionará ayuda. No impongas ninguna clase de condición respecto al modo en que quieres recibir esa ayuda. Limítate a solicitarla con honestidad y, cuando aparezca, da las gracias.

Reconoce la relación entre manifestar el deseo de tu corazón y el amor incondicional. El amor incondicional es la energía del universo, es lo que Dios es y, en consecuencia, también lo que eres tú. Sin este amor, pierdes la conexión con los procesos creativos.

No puedes atraer hacia ti aquello con lo que ya estás conectado si has saboteado la conexión. La presencia del amor incondicional está en todas las cosas que deseas atraer, así como en ti mismo. Mantenla honestamente y conservarás la capacidad para «saber que eres un dios». Piérdela y habrás perdido tu divinidad. Así de simple.

Recuerda todo esto cuando te preguntes por qué no se materializan tus deseos en tu vida. Invariablemente, la respuesta tendrá que ver con la ausencia de amor incondicional en algún lugar de tu mundo interior.

No necesitas engañarte a ti mismo con el amor incondicional. Si no amas la personalidad de otra persona, sé honesto, puedes seguir amando la esencia, la verdad de todo aquel que vive en este planeta y más allá. Observa cómo se desdobla cada cual, incluso cuando su comportamiento entre conflicto con lo que tu sabes que es divino y santo. Ten la seguridad de que están dominados por sus egos, que han expulsado de sus comportamientos todo rastro de su esencia divina. A pesar de eso, debes enviar amor a la esencia que se encuentra tras sus acciones.

Cuanta mayor capacidad tengas para ver más allá de la personalidad y del comportamiento individual, tanta más luz aportarás al planeta. Tu mundo se va a ver transformado a través de un cambio en la conciencia, y en esa nueva conciencia el amor va a triunfar sobre las pasiones del ego. Envía amor aunque te desagrade lo que ves y es posible que cambie incluso delante de tus propios ojos.

¡Haz que tu palabra sea ley! Mantén la armonía dentro de ti mismo y experimentarás amor prácticamente en todas las situaciones. Cumple lo que digas con amor. Eso te proporcionará un equilibrio que brilla por su ausencia en aquellos que viven sumidos en los sentimientos de culpa y auto-reproche. Cuanto más practiques «Mi palabra es ley. Tengo que mantenerla», tanto más equilibrada será tu vida.

El universo funciona sobre un equilibrio y la energía que lo mantiene equilibrado es el amor. Al declararte a ti mismo como una persona que mantiene su palabra, te alineas con la esencia amorosa del mundo.

He sido testigo del amor incondicional en acción, en la historia de Kaye O'Bara, que ha cuidado de su hija comatosa durante veintisiete años. Conté esta historia, junto con mi esposa Marcelene, en un breve libro inspirador titulado Una promesa es una promesa, y te animo a familiarizarse con esta saga verdaderamente asombrosa de amor incondicional en acción. Sentirás la inspiración al leer esta notable historia, y sabrás que estás ayudándolas también, puesto que todos los derechos de autor de este libro les son entregados a estas dos almas divinas.

Concluye aquí el sexto principio de la manifestación. El amor incondicional es un elemento fundamental de tu proceso de formación de imágenes mentales. No permitas que ningún pensamiento negativo, impulsado por el ego, penetre en el reino interior del amor.

Si pones en práctica este principio abrirás tus ojos a una verdad que escapa a la mayoría de la gente. Es el amor incondicional lo que permite que entremos realmente en contacto con la energía divina que está en todas las cosas. En tu mano está seguir este camino. Se te ha dado la posibilidad de expresar tu libre albedrío. Ese es el don que te ha concedido Dios.

Al expresar amor, te alineas con el mismo amor que se te ha garantizado con el don de tu libre albedrío. Al expresar odio, cólera, envidia y violencia, te alías con tu ego, y te niegas la maravillosa posibilidad de participar en la creación de tu vida junto con la fuente divina de energía a la que llamamos Dios.