Este Yo puede comprender cada uno de los cuatro lenguajes y lograr que entre ellos se comuniquen. Obligatoriamente, el acuerdo pasa por este aspecto de la Consciencia. Sin él, la mezcla de ideas con sentimientos, deseos o necesidades es semejante a una reunión de sordomudos que ni siquiera saben hablar con sus manos.
El intelecto debilita la sexualidad, enfría las emociones, desprecia el cuerpo. La sexualidad convierte al intelecto en un arma agresiva; a la emoción, en posesividad; a la materia, en seducción. La emocionalidad sumerge la vida material, sexual e intelectual en un mundo infantil. La materialidad transforma la sexualidad en prostitución; al intelecto, en destructor; al corazón, en una máquina de calcular.
Los antiguos griegos, que creían en el Alma como si fuera un ser, la describían formada de dos partes a las que llamaban Pneuma y Psique. Psique se unía a la parte animal del ser humano, mientras Pneuma se unía al Espíritu. Aquellos en quienes dominaba el Pneuma, seres pneumáticos, tenían asegurada la salvación. Los psíquicos, por el contrario, estaban condenados a sucesivas reencarnaciones. Una tercera categoría de humanos, los hílicos, con una Psique más animal que humana, eran destruidos.
Los que viven como puercos morirán como perros. G. I. GurdjiefI
Cuando los cuatro egos del Yo personal crean una Consciencia relacional -que cesa de parcelar la imagen de sí en elementos opuestos, coagulándolos en un Yo superior-, actúan hacia un mismo proyecto: alcanzar la universalidad. Esto sólo puede hacerse de la misma manera en que un árbol, para lanzar sus ramas hacia el cielo, hunde sus raíces en la tierra. El Yo superior, producto del Yo personal -que ha encauzado sus desviaciones, cesado de luchar contra sí mismo, salvado a su cuerpo de la autodestrucción, aprendido a no dirigir sino a ser guiado-, se nutre de la felicidad que sus cuatro egos han encontrado en el silencio (cerebro), la compasión (corazón), la satisfacción (sexo) y el agradecimiento (cuerpo). De esta manera logra tornarse hacia la recepción espiritual. Se puede comparar con una gota que retorna al océano: una dimensión de Consciencia colectiva, eterna e infinita que tiene por misión servir a la totalidad:
Es el Yo esencial, de naturaleza andrógina. Esta dimensión de la Consciencia sólo puede alcanzarla quien ha desarrollado su Yo superior. El Yo personal, sin esa quintaesencia, no puede concebir tal cosa.
ALEJANDRO JODOROWSKY
Cabaret místico
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