TAME ANA

La experiencia TAME ANA se desprende de la necesidad de habilitar en el ser humano la condición natural de evolución, sincronizando este proceso, con el desplazamiento de la Tierra, su campo electromagnético y su densidad física.Este ejercicio practico y altamente eficaz, es transmitido a Juan Manuel Giordano a mediados del 2006.

Apoyándose en elementos minerales como los cristales de cuarzo, en la geometría sagrada y en la antigua practica de simbología Pleyadiana, genera en los seres humanos un trabajo intenso en la reestructuración del ADN afectando su maza energética con beneficios importantes a nivel físico y emocional.El proceso de sincronización que aquí se produce, ejemplifica el trabajo vibratorio que generan los delfines y ballenas sobre la superficie liquida y básicamente sobre los cristales de agua.

Este ejercicio Pleyadiano, trabaja siguiendo el concepto del Dr. Masaru Emoto donde la molécula del agua se transforma cuando es afectada por vibraciones e intenciones positivas. Este concepto, se presenta en forma eficiente en el trabajo que se realiza con la técnica TAME ANA.

Los códigos vibracionales impulsan la reactivación de la semilla dentro de cada ser humano. El trabajo sistemático de este proceso, empuja en distintas capas la apertura de manera natural de la flor de la vida presentada en la geometría sagrada.

¿En que consiste una sesión de TAME ANA?

Una sesión de TAME ANA, básicamente es un trabajo profundo y movilizante en todos los aspectos, físicos, emocionales y de amplia apertura en el plano espiritual.El tiempo aproximado de una sesión promedio es de 45 minutos, pudiéndose extender 60 minutos. El proceso terapéutico es distinto en cada sesión.

La intensidad vibratoria que se genera en cada paciente, depende fundamentalmente de la respuesta a sondeos energéticos que se realizan al comienzo de cada tratamiento. Aquí se determina en que dimensión y profundidad se realiza este proceso de sincronización. En esta etapa se alcanzan siete niveles vibratorios generando un trabajo en cuarta y quinta dimensión, previo desarrollo de reestructuración de ADN en planos más físicos.
El grado de apertura e impacto vivencial que genera cada sesión es único debido a que cada proceso de alineación efectuado repercute en todos los planos de existencia de la persona.