* Reiki * Energía de Amor Divino

Re-encuentra tu Auto sanación Física * Armonía Emocional * Claridad Mental * Protección Energética

Re-conoce la herramienta que Re-active tu AUTO-MAESTRÍA

Re-conecta tu Ser con El Amor Divino que es este Universo y date Permiso para un FIN*INICIAL en tu Vida!!!

Te invitamos a través de * Loto Blanco * y el Grupo Avatar Armonía a formar parte del Servicio Activo para el establecimiento de la Nueva Tierra de 5ta Dimensión!

NAMASTÉ!!!

"Te advierto, quien quieras que fueres, ¡Oh! Tú que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros ¡Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los Dioses." ORACULO DE DELFOS

martes, 21 de noviembre de 2017

Magia en el pensamiento (2da parte ~ final)

¡MARAVILLOSA Semana!!!

4. Todo es posible

Para que una cosa se pueda llevar a cabo, los otros deben creer que somos capaces de hacerlo. Si los demás no creen, no lo lograremos. Por eso, debemos trabajar para que los otros comprendan que lo que hacemos es para bien... Si nosotros mismos no creemos en nosotros, al decir que lo que hacemos es «para bien», mentimos. Por muy buenos actores que seamos, puesto que pertenecemos a un Yo esencial colectivo, nadie, en el fondo, nos creerá. Si somos auténticos, si no albergamos dudas, la meta que parecía imposible, con la ayuda de los otros se podrá lograr.

¿Cómo creer? La energía está en todas partes, pero sólo surge donde fijamos la atención. En el colegio nos enseñan a fijar la atención de forma limitada: nos hacen concentrar la mirada para leer o mientras escuchamos, pero nunca en la totalidad de lo que sentimos o en nosotros mismos. Al escoger una acción o un objeto que observar o un lugar, debemos vaciar la mente de cualquier prejuicio o predicción, liberándola del pasado y del futuro, para centramos exclusivamente en el objeto hasta penetrar en su naturaleza profunda, en cierto modo convirtiéndonos en la cosa observada. Toda lucha, todo contacto, en el fondo resulta bien cuando se hace con uno mismo. La separación no existe. Si miramos una silla y pensamos sólo en su peso, nos costará moverla. Si nos fijamos en cómo su respaldo asciende hacia lo alto, se nos hará más fácil levantarla. A medida que desarrollamos la atención, crece el poder. Para ello, debemos tomar consciencia de los volúmenes que nos rodean, de los colores, de los tamaños, de las distancias, de las luces y sombras, de los espacios que quedan entre las cosas, de los sonidos, olores y gustos, de la postura de nuestras manos y pies cuando pensamos, del peso de nuestro cuerpo así como de la sensación global de éste con su piel, músculos, vísceras o huesos, de las ropas que lo cubren, de nuestra respiración y de la de los demás, de las palabras que como ríos transcurren por nuestra mente acompañadas de sentimientos y deseos que emanan de un pasado anquilosado y de un futuro ilusorio inculcados por los padres. La energía interna y
externa se unen en el momento de la atención suprema.

En la inmensa estepa, la nieve comienza a derretirse. La naturaleza renace. Un gusano saca la cabeza de la tierra y mira con avidez a otro que acaba de salir justo a su lado. Siente entonces en su cuerpo el calor de la primavera y se dispone para abalanzarse sobre su congénere cuando éste, de pronto, grita:
-¡Alto! ¡No te equivoques! ¡Soy el extremo de tu cola!

Si estamos atentos a la personalidad de nuestro interlocutor, nos fijamos en lo que en realidad es, no en lo que cree ser o en lo que aparenta. Si profundizamos aún más y nos conectamos con su fuente de vida, con su Dios interior, en el centro de ese espíritu que nos parecía «extranjero» nos encontraremos a nosotros mismos, y podremos comunicarnos de alma a alma.

5. «Ahora» es el momento de poder

El tiempo en que podemos realizar las cosas es ahora. Ni ayer ni mañana. Aquí está la totalidad de nuestro pasado, aquí estamos nosotros por entero, todo nuestro poder está aquí. La materia es energía, y la energía es amor. Un amor que tiene como finalidad la totalidad de la creación universal. Para despertar este amor en nosotros, debemos eliminar toda veleidad de posesión. Se nos da para que demos. Si entendemos que el instante que vivimos es un estallido de amor, si entregamos nuestros latidos al mundo, si aceptamos la realidad del mismo modo que un feto acepta a su madre, tendremos el poder de tomar cualquier decisión. Si, por ejemplo, decimos con todo nuestro ser «¡Ahora mismo dejo de fumar!», esto se produce. Si cuando tenemos un ataque de rabia nos decimos «¡Basta ya!, ¡esto no soy yo, regreso a mi Yo esencial!», nos calmamos al instante o si decidimos «¡Voy a dar lo mejor de mí mismo al mundo!», podremos comenzar a mejorarlo. Un pez que navega en un río aparentemente no tiene ningún poder, pero pertenece a la poderosa corriente. Su destino es el destino del torrente. Cuando el pez comprende esto, abandona toda oposición y se deja arrastrar hasta el océano. El poder consiste en realizar AHORA lo que se debe realizar.

6. Todo está vivo y puede responder

Lo que parece inanimado en realidad vive en un tiempo más lento. Las montañas no están quietas. Se desplazan sobre la corteza terrestre como inmensas olas. El mago se preocupa por los objetos que le rodean, los trata con la misma delicadeza con que trata a un niño. Si somos bruscos o destructivos con las cosas, ellas terminan por dañamos. Si las manejamos con respeto, se convierten en nuestras aliadas. Desde tiempos inmemoriales los sacerdotes han comprendido que las ropas que usan deben corresponderse con el Yo esencial, no para aparentar sino para elevar el Alma y el Espíritu. Se dice que «el hábito no hace al monje» para aludir a individuos mentirosos que se visten para aparentar cualidades que no poseen. Por el contrario, si la persona es sincera y viste ropas que corresponden a su verdadero ideal, se puede decir que «el hábito hace al monje». Hay objetos que actúan en el inconsciente como vampiros por su carácter inútil, por ser elementos de ostentación vanidosa, por haber pertenecido a personas negativas o bien por haber formado parte de acontecimientos nefastos. Algunas personas pierden su energía por dormir en la cama donde murieron sus padres, o llevar en un dedo el anillo de una tía que se suicidó... Hay, al contrario, objetos cargados de energía positiva que, por su materia, forma o historia, despiertan en su dueño fuerzas útiles. Podríamos llamarlos «objetos de poder». Pero el mago nunca olvida que todo poder procede de nuestro interior. Así como debemos desprendemos de los objetos materiales inútiles para que no nos devoren el espacio, el tiempo o nuestro ser, también debemos desprendemos de las ideas locas (<demás», «El mundo es una cárcel y la vida es un sufrimiento», «Todo es para nada», «Tú eres sólo mía/mío», «A falta de ser, es bueno aparentar», etc.). Muchas veces nuestro intelecto absorbe palabras que actúan como maldiciones. Cuando somos niños, los padres nos dicen: «Si no haces lo que te decimos te convertirás en un mendigo, en una puta, etc.». O bien: «No tienes oído musical>, «Nunca serás adulto», «Eres imbécil>, «Como hagas eso, enfermarás», etc. Nuestro inconsciente interpreta estas predicciones como órdenes y, de manera solapada, nos hace obedecerlas.

Deberíamos rastrear las maldiciones que llevamos en la memoria sabiendo que tenemos el poder de anularlas con una bendición. Si nos han dicho «Nunca tendrás éxito en la vida», debemos responder: «Bendigo mi talento creativo, voy a desarrollar todas mis posibilidades y voy a triunfar», «Sé adónde quiero ir y en qué me convertiré», «Seré un hombre con consciencia, porque quiero desarrollarla más allá de la muerte». La vida responde cuando se la ama. La crítica es útil sólo cuando está acompañada del reconocimiento de los valores. En lugar de afirmar «Esto es bueno pero es ajeno», debemos decir «Esto es ajeno pero es bueno» o bien «Esto es ajeno, pero es bueno para el mundo en el que yo participo».

Aumentamos el poder de todo aquello a lo que atribuimos poder. Una antigua fábula hindú nos relata lo siguiente:

A un hombre le han contado que existe un árbol con la milagrosa facultad de hacer realidad todos los deseos del que se guarece bajo su sombra. Este hombre, después de años de encarnizada búsqueda, encuentra ese árbol. 
Se sienta bajo él y piensa en una suculenta cena. 
De inmediato aparecen múltiples y maravillosos manjares. Cuando se cansa de comer, imagina bellas mujeres. 
Aparecen entonces hermosas muchachas que le permiten satisfacer sus deseos. 
Ahíto de los placeres carnales, pide riquezas. 
Aparecen cofres llenos de joyas y monedas de oro. 
El hombre comienza a temblar, temiendo que vengan a robarle sus tesoros. Entonces, aparece una banda de sanguinarios ladrones que le cortan la cabeza y se llevan todo cuanto había acumulado.

Llevamos el infierno y el paraíso dentro de nosotros. El árbol (el mundo) nos dará aquello que proyectemos en él. Empleando positivamente nuestros poderes, no sólo en beneficio propio sino también en el de los otros, venciendo el miedo, aprenderemos a compadecer a las personalidades agresivas y limitadas.

¿Queréis acumular carbones ardientes sobre la cabeza de quien os ha dañado? ¡Perdonadle y hacedle el bien...! Se dirá quizá que semejante perdón es una hipocresía, una refinada venganza. Sin embargo un soberano nunca se venga, porque tiene el derecho y el deber de castigar. Si es sabio, castiga el mal con el bien y opone la dulzura a la violencia. Se apodera de la locura para sanar la locura, haciendo encontrar al enfermo satisfacciones imaginarias en un orden contrario a aquel en el cual se ha perdido. Así, por ejemplo, cura a un ambicioso haciéndole desear las glorias del cielo, remedio místico; cura con un verdadero amor a un libertino, remedio natural; procura éxitos honorables a un vanidoso; muestra su desinterés a los avaros procurándoles un provecho justo por una participación honesta en empresas generosas, etc.

Éliphas Lévi, Dogma y ritual de la alta magia

7. Siempre hay otra forma de hacer algo

Cada vez que el mago hace algo, imagina también otras maneras de hacerlo. Así, enriquece su creatividad.

Una señora de noventa años se rompe una pierna. Después de escayolársela, el médico le dice:
-Si quiere que sane, tendrá que quedarse en su habitación dos meses.
-¡Oh! -dice la anciana-o Entonces, ¿no podré subir ni bajar por la escalera de la casa?
-Evidentemente que no... Sería una locura.
Dos meses más tarde, el doctor regresa para quitarle la escayola. -¡Qué felicidad! -exclama la dama-o ¿Ahora ya puedo bajar y subir por la escalera?
-Siempre que usted lo quiera, pero con la condición de hacerlo con mucho cuidado.
-¡Maravilloso, doctor! ¡Me resultaba muy cansado ya el salir por la ventana y descender por el canal del desagüe!

Alejandro Jodorowsky
Cabaret Místico

No hay comentarios.:

Publicar un comentario